Uno de cada 10 alquileres vacacionales tiene cámaras y micrófonos ocultos, admiten los anfitriones

Los huéspedes quedaron horrorizados al encontrar cámaras ocultas en su alojamiento de vacaciones.

Un nuevo estudio ha descubierto que uno de cada 10 propietarios de alquileres vacacionales ha instalado cámaras o micrófonos ocultos en sus propiedades, y el siete por ciento de esos anfitriones tenía una cámara de seguridad en al menos una habitación. Los propietarios justificaron la horrible violación de la privacidad para detectar el mal comportamiento de sus huéspedes.

Los propietarios dicen que el comportamiento desordenado de los huéspedes llevó al 36 por ciento de los anfitriones a implementar medidas de seguridad en sus propiedades. En la investigación realizada por Vivint, más de la mitad de los anfitriones encuestados sufrieron actos de vandalismo en sus casas de alquiler, el 50 por ciento sufrió daños a la propiedad y el 47 por ciento creía que habían sido víctimas de robo.

Hasta el 86 por ciento de los huéspedes encuestados en la encuesta de Vivint creen que se trata de una violación importante de la privacidad. El estudio también encontró que dicha vigilancia es suficiente para disuadir a más de tres cuartas partes (76 por ciento) de los huéspedes de alojarse en un alquiler vacacional.

Los investigadores encuestaron a 406 anfitriones y 602 invitados y descubrieron una profunda división en lo que ambos grupos pensaban que era aceptable. A pesar de esto, los anfitriones y propietarios aparentemente están infringiendo las reglas a sabiendas al ocultar cámaras y no avisar a los huéspedes.

El estudio también encontró que los anfitriones piensan que las familias son los mejores huéspedes y los grupos de jóvenes son los peores. Uno de cada tres propietarios también investigó a sus huéspedes potenciales antes de aceptar sus reservas consultando sus perfiles en las redes sociales.

En julio, una pareja estadounidense en Maryland encontró lo que supuestamente había sido un dispositivo de grabación y desde entonces inició una demanda contra el dueño de su propiedad, diciendo que habían sufrido "vergüenza, humillación, deshonra y pérdida de dignidad".

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